Patatas revolconas: Castilla en estado puro.
- Admin
- 31 ago 2017
- 2 Min. de lectura
Después de un tiempo sin hacer ninguna entrada, os traigo una receta muy de mi tierra, sencilla de hacer y muy sabrosa. Las patatas revolconas, meneas o revueltas , como queráis llamarlo, es un plato de patatas machacadas, aderezas con ajo y pimentón de la vera. Según las tradiciones de cada familia las coronan con torreznos, chorizo frito o algún otro producto de la matanza.
Es un plato muy de campo la verdad, muy rústico que va perfecto para el invierno, y la verdad que aunque es sencillo de preparar enseguida te enamora si te gustan los platos contundentes. Aquí solo hay un secreto. El pimentón. Os recomiendo que sea un pimentón de calidad, porque realmente es lo que le da el punto a esta receta ya que no tiene muchos ingredientes, por tanto la elección del pimentón variará mucho el resultado final. Lo ideal es un pimentón de la vera mezclando 75% dulce con 25% picante, aunque se puede preparar sólo con dulce.
Vamos con la receta entonces.

Ingredientes:
4 patatas grandes.
2 dientes de ajo.
2 hojas de laurel.
1 cucharada de pimentón de la vera dulce.
¼ cucharada de pimentón de la vera picante.
150 gr de panceta en tiras de 2 cm.
Aceite.
Sal.
Elaboración:
Lavamos bien las patatas y las ponemos a cocer con agua fría, sal y las hojas de laurel.
Cortamos las tiras de panceta en trozos de 1 cm más o menos y reservamos.
Ponemos a calentar aceite en una sartén y doramos los ajos enteros para que el aceite tome todo el sabor, antes de que se queme lo sacamos.
En el mismo aceite doramos la panceta para convertirla en torreznos. Tiene que quedar bien crujiente. Reservamos en papel absorbente y reservamos el aceite colado.
Cuando estén bien cocidas las sacamos del agua y las dejamos reposar unos minutos para que se sequen y pierdan calor.
Ponemos las patatas en una cazuela y las machacamos con el mazo del mortero hasta obtener un puré rústico.
En una sartén entibiamos el aceite reservado y ponemos el pimentón a temperatura muy baja. Damos una vueltas un par de segundos y vertemos sobre las patatas. Mezclamos bien y listo.
Servimos en un recipiente de barro y coronamos con unos cuantos torreznos fritos.
Como habrás visto es una receta sencilla, rápida, y contundente a la vez. Los detalles, como en cada receta, por muy fácil que nos parezca hay que tenerlos en cuenta. A mi me gusta utilizar patata monalisa que resulta más cremosa, cocerlas con piel para que la patata esté seca y no tenga exceso de agua que siempre resta sabor, y si no obtenemos un puré cremoso, siempre podemos añadir un toque de aceite de oliva virgen extra. Depende de los gustos de cada uno se le pueden añadir más cosas encima, pero lo más tradicional son los torreznos. De hecho los hombres de campo que se llevan este plato para comer se llevan los torreznos alargados para ir untando y mordiendo utilizándolos de cubierto.
Pues poco más que decir sobre este plato tan representativo de mi casa. Espero que os guste y ya sabéis. A cocinar que merece la pena.
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